
La noche Spoken Word fue una de las más mágicas que han podido vivirse nunca. Gracias a los pájaros sin cuerpo, Isaac y David, que nos hicieron viajar durante más de una hora ininterrumpidamente a través de las palabras engarzadas, algunas demanera imposible, y de los sonidos rítmicos graves o agudos, según hubiese que volar más o menos alto.

El viaje fue intenso, algunos no queríamos volver sino permanecer siempre volando. La maravillosa sensación de que todos creábamos la misma energía. Queremos más, sin duda.

Una verdadera maravilla de viaje... esperemos que en la próxima migración, los pájaros sin cuerpo pasen por estas tierras
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